Este personaje cruel y perverso encuentra sus orígenes en la cultura eslava. Se dice que es una mujer vieja, huesuda y arrugada, con la nariz azul y que posee dientes de acero, la Leyenda refiere que tiene una pierna de aspecto normal y la otra completamente descarnada, por lo que comúnmente se hace referencia a ella como Baba Yagá "Pata de Hueso"; esto en atención a la capacidad que tiene de moverse tanto en el mundo de los vivos, como en el reino de los muertos; se alimenta de personas, teniendo un gusto peculiar por los niños, a quienes devora con gran facilidad gracias a su poderosa dentadura que le permite desgarrar la carne y romper los huesos con gran facilidad, no obstante y a pesar de las grandes cantidades de carne que consume sigue manteniendo su esquelético aspecto.
Las primeras referencias que se hacen de ésta terrible bruja datan de la segunda mitad del siglo XVIII y algunos narradores ponen especial énfasis para destacar su desagradable aspecto.
Vuela montada en una olla que dirige remando en el aire con una escoba plateada. Ella no permite que ninguna persona "bendecida" permanezca dentro de su propiedad, siempre y cuando ella sepa que la persona tiene una bendición.
Habita en una casa asentada en dos enormes patas de gallina, con la que se desplaza por todos los bosques de Rusia y es típico de ella ayudar a los jóvenes con quienes se encuentra en sus viajes, o bien, actuar de manera tajante al intentar comérselos, pasando de ser una maternal auxiliadora a un terrible villana caníbal.
Sin duda Baba Yagá goza de una enorme fama como una poderosa y temible bruja, sin embargo también es una de las manifestaciones más antiguas y complejas del folclor de los mitos que hacen referencia a su origen y la ansiedad cultural que se encuentra en constante cambio. Lo que es seguro, es que jamás querrás toparte cara a cara con ella.
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