La noche comienza a extender su manto a lo largo de la costa sur de Chile, ante la ausencia de la Luna, una misteriosa neblina comienza a extenderse a la par de la algarabía de fiesta que va dejando atrás el silencio nocturno, comienza a dibujarse la silueta de un barco fuertemente iluminado con velas rojas que brillan de proa a popa desafiando las escarpadas costas que se iluminan con la intensa luz que del mismo emana, la gente se aleja temiendo que se les obligue a formar parte de la lúgubre tripulación de aquél fantasmal navío que surca las aguas del archipiélago de Chiloé, El Caleuche tripulado por brujos y fantasmas nuevamente surca el mar.
Son muchas y muy variadas las versiones que existen alrededor del origen de esta leyenda, algunas hipótesis sugieren que se trata de la adaptación de la leyenda europea de "el holandés errante", famoso barco fantasma de aquella región, otras sugieren que su origen se encuentra basado en hechos reales relacionados con la desaparición de varias expediciones españolas hacia el estrecho de Magallanes y otras más la relacionan con la llegada de buques neerlandeses al archipiélago hacia el año 1600 y por último existe la versión que refiere que simplemente fue una invención para alejar a las gentes mientras se realizaban operaciones de contrabando, no obstante hay que mencionar que son varios los testigos que aseguran haber visto a este misterioso navío. Sea cual sea la verdad en torno a su origen, si te encuentras por la región seguramente no te lo querrás encontrar.
Son varios los marineros que aseguran haber visto al Caleuche por la noche, pues este barco jamás navega de día, describen que se desplaza hábilmente sorteando sin problema complicadas salientes estrechas vías de roca por donde apenas cabe el barco; una espesa neblina lo acompaña a todas partes, esta es producida por maléficos brujos que junto con varios espectros conforman la tripulación.
Según se cuenta, este navío alcanza grandes velocidades, no obstante si alguna otra nave le llega a dar alcance, el barco desaparece transformándose en un pedazo de madera o en una roca, sin embargo si así lo desea, puede dejarse abordar por algunos curiosos que según se cuenta pasaran a formar parte de su tripulación, desapareciendo para siempre.
No obstante hay quienes aseguran haber estado a bordo del Caleuche, participando de sus magníficas fiestas; en este sentido algunos afirman que su tripulación luce muy presentable, ataviados con ropas especiales y que al estrecharles la mano esta es extremadamente fría, sin embargo otros afirman que sus tripulantes andan sobre una sola pierna pues la otra la tienen pegada al espinazo y la cara vuelta a la espalda en atención a que se trata de seres malignos, no obstante se dice que los mismos son desmemoriados a fin de que no recuerden y por ende no revelen la ubicación de los tesoros sumergidos en las profundidades del océano, ya que el Caleuche conoce las rutas que llevan a los mismos.
Hay personas que aseguran existen aquellos comerciantes que han proliferado por tener ciertos acuerdos y arreglos con la tripulación de este fantasmal navío, comerciantes a los que se les ve crecer sin gran esfuerzo, sin invertir en mercancías, ya que estas les son surtidas por la tripulación del barco. Se dice que se les reconoce por tener regularmente gallinas negras y botes alquitranados con sogas de quilinejas (subarbusto trepador).
La leyenda toma diferentes versiones en torno a la presencia de este fantasmal barco, algunos afirman que su misión es levantar las almas de aquellos que han fallecido en las aguas del mar, acogiendo a las mismas como parte de su tripulación pasando la eternidad en fiestas y celebraciones, ya que para este fin fue creado. No obstante una versión menos agradable cuenta que este barco navega por las aguas de Chiloé para atraer a marinos y pescadores que quedan embelesados ante la maravillosa música que de su interior emana, atrayendo a los mismos a bordo con la única finalidad de hacerlos esclavos eternos al servicio de su maligna tripulación, torciéndoles una pierna dejándola pegada a su espalda. Una apreciación distinta refiere que este navío pertenece a los brujos de Chiloé, siendo estos los únicos que pueden abordarlo, haciendo en el mismo sus fiestas y transportando sus mercancías, también usándolo para practicar y subir el nivel de su magia, reuniéndose ahí cada tres meses.
Sea cual sea la realidad que rodea al Caleuche lo mejor es mantenerse alejado del mismo.
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