El Sol comienza a ocultarse, las sombras de la noche comienzan a ganar terreno sobre los cielos de Marruecos, los hombres comienzan a acelerar el paso para llegar cuanto antes a casa. En el interior de las mismas a los niños que no quieren terminar su cena o se niegan a ir a dormir se les dice que si no obedecen Aisha Kandisha vendrá por ellos, el solo escuchar ese nombre los insta a terminar sus alimentos para irse a dormir y es que la sola idea de toparse cara a cara con ella es algo que atemoriza hasta al más valiente por la crueldad que Aisha demuestra con sus víctimas. Sea diablesa, djinn (genio), duende maligno o alma en pena lo mejor es evitar a toda costa un encuentro con ella.
Esta leyenda encuentra diferentes versiones, sin embargo todas coinciden en lo mismo, se trata de una mujer de belleza descomunal, de piel blanca y largos cabellos que pueden tornarse rojizos o negros, de la cintura para arriba su cuerpo es bien formado, pero sus piernas son descritas como de cabra o de camello, aunque algunas personas refieren que no son todas sus piernas sino únicamente sus pies.
Por lo que hace a su origen existen diferentes relatos, quizá el más antiguo de todos es aquél que refiere que este terrible personaje es la evolución del mito judío de Lilith, quién fuera la primera mujer de Adán antes de Eva. Según este mito Dios creo a Lilith a la par de Adán a su imagen y semejanza, no obstante y al no ser tratada como una igual por parte de Adán y ante las intensiones de éste por doblegarla, decidió abandonar el Paraíso para establecerse en las márgenes del mar Muerto. Dios envió a sus ángeles para llevarla de vuelta, sin embargo ella se negó rotundamente lo que provocó su ira por desobedecer su mandato, castigándola con la muerte de sus hijos, por lo que en franca venganza Lilith roba a los niños y seduce a los hombres para darles muerte.
Todas las versiones alrededor de este terrorífico personaje la asocian con el agua, se dice que habita a las márgenes de los ríos, lagos, lagunas, pozos o el mismo mar.
Su nombre Aisha Kandisha encuentra su origen en dos versiones que relatan la historia de una mujer que realmente existió; la primera de ellas refiere que Aisha era la hija del Conde don Julian, noble godo residente del norte de Marruecos y gobernante de la provincia de Ceuta y quien llego a un acuerdo con los ejércitos árabes para facilitar su desembarco y avance para la posterior conquista de la Península Ibérica, no obstante los acuerdos celebrados el general Tarik ben Ziyab solicitó al conde don Julian dejará a su hija como aval de que no les traicionaría mientras avanzaban. Así púes la joven quedaría cautiva, no obstante cada noche la chica acudía a bañarse a las aguas del mar, con la piel muy blanca y sus cabellos negros cayendo por su espalda arrebataría la cordura de muchos lugareños, que quedaban absortos ante su belleza, confirmándose la idea de que estaba embrujada. "Aisha la Condesa" o "la Condisha" pasó a denominarse "Aisha Kandisha".
La otra versión dice que hacia el año 1513, cuando Portugal conquistó la provincia de Mazagan en el actual Marruecos, los soldados a cargo de este cometido se dedicaron al saqueo, asesinato y violaciones de sus moradores asesinando indiscriminadamente a hombres, mujeres y niños por igual, violando a las mujeres más jóvenes para después asesinarlas y destruyendo sus casas en búsqueda de tesoros escondidos. Así pues, aquellos hombres convertidos en bestias arribaron a la casa donde moraba Aisha con su familia, asesinando a sus padres y hermanos frente a ella, perdonándole la vida por su gran belleza que los había dejado sorprendidos. Sin embargo conservar la vida no fue para ella sino la mayor de las vejaciones, ya que los soldados abusaron de ella una y otra vez, llenando su corazón de odio y sed de venganza.
Al poco tiempo, al caer la noche, Aisha rondaría las guardias más alejadas seduciendo a los centinelas quienes pronto caían rendidos a sus pies dada su gran belleza, no obstante y al bajar la guardia creyendo que encontrarían un maravilloso momento de placer eran sorprendidos por la jambia (daga curva) de Aisha que se abría paso a través del pecho para atravesar mordazmente sus corazones provocándoles una muerte instantánea.
Sea cual sea el origen de esta leyenda, la misma se encuentra vigente entre los pobladores de Marruecos, que se refieren a ella como demonio, djinn, duende o espectro, y a quien le atribuyen un sin número de desapariciones. Se dice que susurra dulcemente tu nombre al oído revelándote detalles de tu vida que nadie conoce, pidiéndote que la acompañes, resultando prácticamente imposible negarse, enamorándote perdidamente de ella y llevándote para desaparecer por siempre, sin embargo otros son llevados por la fuerza para correr el mismo destino. Aunque hay quien afirma que cuando ya todo esta perdido Aisha se transforma en una anciana desdentada, decrépita de cabellos grasos y mirada de ultratumba.
Se dice que aquellos que pierden el conocimiento al encontrarse con ella, son dejados, no obstante al despertar quedan afectados de por vida víctimas de la locura, negándose a hablar de aquel suceso traumático que cambió sus vidas para siempre.
De igual forma se dice que si una mujer embarazada se encuentra con ella perderá al bebé y no podrá volver a procrear, mientras que los niños rebuznan o ladran para diversión de aquel ser maligno.
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